Artemisa fue la hija de Zeus con una de sus múltiples amantes: Leto.
Cuando Hera se enteró del embarazo prohibió a Leto dar a luz pero al explicarle la mujer como iban a ser sus hijos describió a Artemisa como una mujer feroz y dura que además odiaría a los hombres. Al descubrir Hera su parecido con la niña la dejó nacer.
La joven creció exactamente según la descripción de Leto usaba arco y flechas. No le interesaban los hombres ni le importaba su belleza solo le gustaba cazar ciervos rodeada de su servidumbre de mujeres.
Un día un cazador mortal llamado Acteón cazaba con su horda de galgos.Oyó el murmullo de un río y pensó que se trataba de un ciervo o una cierva que bebía en la orilla. Se acercó cautelosamente pero al llegar a los arbustos que rodeaban la corriente lo que vio era mucho más interesante. Unas doncellas se bañaban en el río. Sus vestidos colgaban de las ramas y sus zapatos se encontraban en la orilla. Las jóvenes flotaban relajadamente entre las algas jugando entre ellas mientras reían alegremente. Pero su sorpresa fue mayor al descubrir entre las doncellas a la propia diosa cazadora.
Acteón la miraba embobado sin apartar la vista un solo instante de Artemisa pero en ese momento uno de sus perros empezó a ladrar y la diosa descubrió al cazador oculto tras los arbustos.
Las doncellas salieron del agua a toda prisa y se pusieron apresuradamente sus ropajes. Algunas aún se reían pero Artemisa no.Golpeó el agua con la mano y de repente en el lugar que había ocupado anteriormente Acteón apareció un gran y asustado ciervo.
Artemisa no le disparó porque pensó que eso era poco castigo por tanto decidió condenarle morir asesinado por sus propios galgos.
El cazador huía rápidamente pero sus perros le seguían ansiosos le acechaban ladrando deseando cazar al ciervo.
El ciervo corría y corría pero la cornamenta se le quedaba atrapada entre las ramas y le dificultaba la huida.Siguió corriendo subió a una montaña intentando gritar a sus perros que él era su dueño pero los ciervos son mudos y ni una sílaba salía de su boca.
Justo al llegar a la cima cincuenta perros furiosos se abalanzaron sobre él con sus dientes afilados desgarrando su cuerpo.Para cuando terminaron con él no quedaba nada de el hombre que tanto había ofendido a Artemisa.
Cuando Hera se enteró del embarazo prohibió a Leto dar a luz pero al explicarle la mujer como iban a ser sus hijos describió a Artemisa como una mujer feroz y dura que además odiaría a los hombres. Al descubrir Hera su parecido con la niña la dejó nacer.
La joven creció exactamente según la descripción de Leto usaba arco y flechas. No le interesaban los hombres ni le importaba su belleza solo le gustaba cazar ciervos rodeada de su servidumbre de mujeres.
Un día un cazador mortal llamado Acteón cazaba con su horda de galgos.Oyó el murmullo de un río y pensó que se trataba de un ciervo o una cierva que bebía en la orilla. Se acercó cautelosamente pero al llegar a los arbustos que rodeaban la corriente lo que vio era mucho más interesante. Unas doncellas se bañaban en el río. Sus vestidos colgaban de las ramas y sus zapatos se encontraban en la orilla. Las jóvenes flotaban relajadamente entre las algas jugando entre ellas mientras reían alegremente. Pero su sorpresa fue mayor al descubrir entre las doncellas a la propia diosa cazadora.
Acteón la miraba embobado sin apartar la vista un solo instante de Artemisa pero en ese momento uno de sus perros empezó a ladrar y la diosa descubrió al cazador oculto tras los arbustos.
Las doncellas salieron del agua a toda prisa y se pusieron apresuradamente sus ropajes. Algunas aún se reían pero Artemisa no.Golpeó el agua con la mano y de repente en el lugar que había ocupado anteriormente Acteón apareció un gran y asustado ciervo.
Artemisa no le disparó porque pensó que eso era poco castigo por tanto decidió condenarle morir asesinado por sus propios galgos.
El cazador huía rápidamente pero sus perros le seguían ansiosos le acechaban ladrando deseando cazar al ciervo.
El ciervo corría y corría pero la cornamenta se le quedaba atrapada entre las ramas y le dificultaba la huida.Siguió corriendo subió a una montaña intentando gritar a sus perros que él era su dueño pero los ciervos son mudos y ni una sílaba salía de su boca.
Justo al llegar a la cima cincuenta perros furiosos se abalanzaron sobre él con sus dientes afilados desgarrando su cuerpo.Para cuando terminaron con él no quedaba nada de el hombre que tanto había ofendido a Artemisa.
¡¡¡Que cuento mas bonito Clara!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias me alegro que te guste
EliminarGracias me alegro que te guste
EliminarSe me ha olvidado decir que he encontrado la información en un libro de la colección mitos editorial sm que contiene dos mitos:Zeus vence al los titanes y el enfado de Hera.
ResponderEliminar¡Te me adelantaste cuando justo te lo estaba escribiendo! ¡Muy bien!
EliminarMe ha gustado mucho Clara. Yo hice el trabajo del templo de Artemisa. Creo que tenia u hermano,¿no? Apolo, ¿puede ser?
ResponderEliminarSi también salía.Por si te interesa tras dejar que Artemisa naciera Leto también describió a Apolo pero esta vez a quien se parecía era a Zeus y Hera enfadada no quiso dejar nacer al bebé.Al final nació en Delos donde la gente mostró su hospitalidad a Leto.
EliminarAh!eso ya no lo sabía,gracias.
EliminarOtra cosa.El cuadro se llama La muerte de Acteón y es de Tiziano.
ResponderEliminarOtra cosa.El cuadro se llama La muerte de Acteón y es de Tiziano.
ResponderEliminarProfesora usted dijo que citasemos de donde sacabamos la información pero si lo hemos sacado de un texto de procedencia desconocida ¿Que hacemos?
ResponderEliminarPor cierto el otro nombre de Zeus es Júpiter
ResponderEliminarPero de algún sitio lo sacarías. Si lo sacaste de Internet puedes poner la página web si la recuerdas, o si no, simplemente pon Internet, pero intenta afinar lo máximo que puedas. Es solo para que se acostumbren al hecho de citar.
ResponderEliminarOtra cosilla, intenta ponerlo en un comentario en tu mito, para que a la hora de corregir no me pierda mucho.
ResponderEliminar¡Clara te ha salido genial!Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuy bien Clara, no has copiado y pegado de Internet.
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